sábado, 12 de mayo de 2012

Gente Común

Ana tiene casi cuarenta años y sabe de desamores, desazones y tantas otras cosas que empiezan con ''des''. Está harta de todo. Pero se toma una de las pastillas que le recetaron y se olvida de enojarse. Sabe que todas sus emociones están condicionadas y controladas por químicos. Quiere gritar pero se toma otra pastillita y entra en una ensoñación. Nada duele, nada molesta, nada es real.
Juan tiene veinte años recién cumplidos y le tiene miedo a la oscuridad. Tiene amigos, sale y se divierte. Desde que aprendió a escribir, a los cinco años, escribe canciones, cuentos y poemas. A sus quince años se enamoró por primera vez de una chica, le mostró una canción que le había escrito, ella se rió y se fue. Desde ahí, escribe en secreto y no planea contárselo a nadie.  No le molesta para nada esto.
Marina despierta todas las mañanas desde hace dos años esperando que hoy le digan que todo es una mentira, que en realidad su amiga se fue de viaje por ahí como tanto le gustaba hacer. En el fondo, hace unos cuantos meses, sabe que no es así. Que no va a volver. Y a veces no duerme pensando que a lo mejor podría haber hecho algo.
Gabo se prepara para otra noche más en la que se tiene que escapar de su casa, no porque quiera, sino porque simplemente no puede soportarlo más. Su familia nunca se da cuenta de que falta. De todas formas, es feliz, cree que en algún momento va a pegarla haciendo lo que más le gusta y se va a dedicar de lleno a eso.
Martín está al borde de un abismo, literalmente. No tiene miedo. Piensa en saltar pero dos segundos antes se arrepiente. No porque sabe que va a ser extrañado o llorado, sino porque en el fondo, muy adentro, sabe que no puede darse el gusto de dejar que el mundo gane. Sabe que, aunque sea Martín y su documento diga que se llama Carolina, vale la pena irse habiendo luchado. Carolina/Martín. Saltar o no. O no.
Laura acaba de darse cuenta que está enamorada.

4 comentarios:

Julie in the Sky. dijo...

Me gusto mucho, escribís muy bien.

Malice dijo...

Mariana tiene 15 años, le tiene asco al mundo pero hace lo que puede por no cogérselo a la vida. Es bastante mala expresando sus sentimientos y aunque tiene algunos amigos no puede confiar en la gente por malas experiencias. Adora a la gente más que a las personas.

Patty dijo...

Hace tiempo que no te leía. Simple y hermoso.

Anónimo dijo...

Si no planea contárselo a nadie ("y no planea contárselo a nadie"), entonces planea contárselo a todos? O Nadie es un humano/perro/gato/canario/hamster a quien Juan (nombre común si los habrá)bajo ninguna circunstancia piensa contarle que escribe?