lunes, 18 de febrero de 2013

La Bailarina

Ella y su vestido corrieron y giraron por la terraza llena de gente y mesas con pasos torpes, sin premeditación alguna pero no perdidos. Porque hay gente que sabe que ninguno de sus pasos es en falso, por más que tengan su final en el piso. Entre las miradas curiosas y algunas sonrisas la bailarina seguía volando, al compás de una música que sonaba a lo lejos. Era una tarde de domingo en Buenos Aires, bien podría haber sido una escena en celuloide pero no. Era acá y ahora. Era una celebración. Lo se porque esa bailarina era yo. Y te celebraba a vos. Celebraba tu sonrisa y tus ojos divertidos mirándome dar vueltas y chocando contra las mesas. Tu sonrisa se merecía un carnaval entero en su honor, pero por ahora te ibas a tener que conformar con un baile improvisado. Celebraba este tiempo, este espacio, este momento. Porque estábamos vivos y en el mismo lugar. La musica se terminó, volví a volar para tu lado y seguimos caminando sin decir una palabra, como si nada hubiese pasado. 

martes, 12 de febrero de 2013

Flores

Margaritas, narcisos.
Atentamente voy a observar el camino de las raices por debajo de tu piel y recorrer las venas verdes con la punta de mis dedos.
Quiero que cada rincón de tu cuerpo florezca y se llene de colores.
Pensamientos, rosas.
Te voy a aliviar cada vez que una nueva flor te empiece a desgarrar la piel para salir a ver el sol.
Jazmines, pasionarias.

lunes, 11 de febrero de 2013

Ellas.

A la carga contra todo lo que soy otra vez, tratando de herir al espejo. No grito, no pateo, solo me limito al silencio y la mirada ausente. A la voz atrapada en la base de la garganta. Lo pienso una y mil veces y lo hago: Salto. La caída es eterna. Aterrizo con fuerza sobre algo blando. Dos cuerpos. Dos personas. Empiezo a reconocer las caras. ''¿Sos pelotuda vos?'' escucho que dice una de mis voces favoritas. ''¿Qué te pasa? ¿No ves que estamos acá?''
Me río con todas mis fuerzas y después lloro. Y me vuelvo a reir. Y nada es tan terrible como para volver a querer tirarme. Me prometo que no va a pasar nunca más. No se si lo puedo cumplir pero se que puedo intentar un poco más.
Nunca supe agradecer sino de esta forma, perdón.