domingo, 17 de marzo de 2013

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¿Te acordás de esa noche que duró días enteros? Ese momento en el que ibamos recreando la última escena de Zorba El Griego, caminando por Defensa, buscando la parada que jamás encontramos. Se nos hizo de día. Y de nuevo de noche. Y la locura era increíble. Fuimos perfectos. Estábamos felices y cansadísimos. Cansados de cuerpo y alma. Me aventuraría a decir que ese fue el momento, creo que ahí escuché como me empezaban a florecer una enredadera en el interior y se iba apoderando de todo mi ser. O quizás no fue en ese momento. Como me dijo una amiga, mirando para atrás, es difícil encontrar el punto de quiebre en el que todo cambia para siempre. Que loco que todo cambie para siempre.
Me acuerdo de acostarme a tu lado y verte dormir. Pedirle a todo lo que es sagrado que esa noche eterna lo siguiera siendo para tenerte así por años. Sin embargo, creo que si esa noche hubiese durado más, no sería el recuerdo perfecto que ahora te escribo. Verte vistiéndote y rompiendo la burbuja perfecta que teníamos era necesario.

lunes, 11 de marzo de 2013

Brindis

Brindo por las malas decisiones, por seguir acercándose cuando lo coherente sería salir corriendo en la dirección opuesta.
Brindo también por juntar todo lo que rompimos y levantarse. Por seguir, porque solo así funcionan las cosas.
Por los malos entendidos, los caprichos, los amores y todos los borrachos con el corazón roto que entienden de lo que hablo. Por que la resaca de mañana sea soportable.

miércoles, 6 de marzo de 2013

La Fea

No me viste venir, es obvio. Es que era justo lo contrario de lo que esperabas, más graciosa que vos, más fuerte, extremadamente torpe y para nada tu tipo. Vaya una a saber por qué decidiste darme una segunda mirada en vez de ignorarme. El tema es que lo hiciste. Pensás en lo que van a decir tus amigos. Que pasaste de una modelo 90-60-90 a el bicho este. Que vos podés conseguir algo más decente. Pero no entienden, no entienden nada. Las conversaciones sobre temas que a ella le aburrían y las cosas que no sabía hacer. Dejá, ¿qué importa? Dame un beso y que todas las otras se pongan verdes de la envidia y hagan una lista detallada de mis defectos. Que los cuenten, uno por uno, sin omitir detalles. Que hablen, la gente habla demasiado. Sonriamos a los prejuicios y a la superficialidad. Hasta a vos te sorprende haberte salido de tu moldecito y lo sabés. Felicitaciones, ahora entendés como funciona la cosa.
Yo soy la fea que te va a hacer ver las estrellas y estoy acá para cambiarte la vida, mucho gusto.