martes, 4 de octubre de 2011

Ceci n'est pas une histoire

Hilitos de tinta van formando palabras y borrones. Corren, caminan, se arrastran, van por los márgenes. Palabras negras, azules, de arcoiris. Inconexas, se mezclan con dibujitos. Crecen, crecen, crecen hasta ser gritos. Bajan, bajan, bajan y se convierten en susurros.
Entre palabras, humo de incienso y cartas de tarot estoy ahora, prendo una vela. Veo el futuro en la llama, se consume, se apaga. Respiro el aire perfumado de sándalo y le consulto a los arcanos por tu vida. Donde estás, que hacés, si pensás en mi. Termino la consulta deseándote lo mejor, donde y como sea lo que te haga más feliz. Inconscientemente garabateo tu nombre varias veces, recordando esa M en mayúscula con la que firmabas tus mejores dibujos para mi. Más hilos de tinta de color, lápices y pasteles que se vuelven acuarelas entre te y lágrimas. Tu banda favorita de fondo y las canciones que te mostré. Tus ojos verdes, las pulseras, tu forma de morderte el labio, tus manos, tu silencio comprensivo.
Todo, me acuerdo todo y te necesito tanto. Pero no sé, después de tanto tiempo.

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