Es dulce y triste, proablemente tiene algo que ver con la sobredosis de Smashing Pumpkins que tengo en este momento.
Pero es que todavía pienso que un día de estos vamos a caminar de la mano por ahí, o nos vamos a juntar con amigos, o me vas a abrazar muy fuerte, o te vas a hacer el ofendido cuando me niego a mirarte. Pasa que me niego a creer que estas muy lejos, pensando en mi pero lejos.
Cada centímetro de mi piel que tus manos tocaron ahora se siente como si un millón de agujas me punzaran constantemente, se me secan los labios, los pies se me pierden cuando camino y la mirada... bueno, la mirada brilla cada vez menos.
El fuego siempre arde, nunca muere. Saco las fuerzas de donde no las tengo. Esas fuerzas que solo vos me das, y el esfuerzo vale la pena.
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