viernes, 21 de septiembre de 2012
If You're Feeling Sinister.
Yo tengo la teoría de que la canción indicada en el momento justo puede crear un amor. Te invité a merendar a casa casi sin conocerte. Tu timidez extrema y mi ansiedad no parecían hacer muy buena pareja. El silencio se hacía enorme así que busqué nerviosamente entre los cd's y puse If You're Feeling Sinister de Belle & Sebastian. Mi nerviosismo se volvió controlable, me sentía aliviada cuando podía hacer una pregunta que requiriera una respuesta larga. Tus ojos estaban siempre en la taza, pero al menos hablabas. Traté de no incomodarte, jugaba con la cuchara, trazando ochos en la superficie del café con leche pero en realidad estaba atenta a cada uno de tus movimientos. Hablamos de cosas intrascendentes y de otras muy serias. En voz baja, como hablás vos. Unos pocos rayos de sol invernal jugaban a hacer que tu cabeza se convierta en un arcoiris. Me alegraba conocerte de a poco. De a poco también, te dejabas mirar y te atrevías a buscarme la mirada. No entendías ni una palabra de inglés pero te mecías suavemente al ritmo de la música. Vivimos un amor de treinta y siete minutos con ocho segundos. Un romance mudo, de miradas de reojo y sonrisas disimuladas.
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