Tengo una quemadura en cada uno de los pocos milímetros que tu piel tocó la mía. Te pedí más, sin decirlo, y miraste para otro lado.
Brindo mil veces por vos y las millones de veces en las que no me tocaste para darme un poco de esa electricidad que traías con vos. Ahora se que era mejor que no te acercaras, porque el agua me estaba tapando y el agua y la electricidad no se llevan bien.
Ahora sí te dejo acercarte pero despacio y con la condición de que cada tanto me digas una o dos cosas sobre vos.
No le digas a nadie, voy a tratar de no decirle a nadie.
Ultimamente las cosas no me vienen saliendo nada bien y me gustaría conseguir lo que quiero, aunque sea una vez.
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