Aguantamos gritos terribles y silencios desgarradores. Entre cuatro paredes donde las cosas vuelan y los vidrios se rompen. Rezamos a algo en lo que no creemos para que venga volando y nos saque de acá. Todos los días nos cruzamos en la calle y nos miramos sin ver. Vos, el, ella, ellos, yo. Cada uno una historia esperando a salir a la luz. Violencia, destrucción, hogares rotos y un vacío sin nombre. Miles de caras, todos los días. Miles de personas con bocas que se callan y ojos que gritan. Solo necesitamos una palabra dulce, una mano para darnos un empujón y un abrazo, si no es mucho pedir. Necesitamos calidez, esa que nunca nos dieron. Y es que a veces algo que parece un detalle y no nos cuesta, puede salvar una vida. Vos, el, ella, ellos, yo. Todos anónimos hasta que nos damos a conocer.
1 comentario:
Es lamentable, pero es la realidad...
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